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Revista LifePlay Nº 5 – Mayo 2016 – ISSN: 2340-5570
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ciones según la naturaleza del verdadero amor puro que hace que
se sienta placer en la felicidad de lo que uno ama. (Leibniz 2011q:
250)
Así, la búsqueda de una
lengua universal
que conduzca a la felici-
dad será un proyecto teleológico-político que supone ser método
para la resolución de todos los conflictos humanos y en especial los
de la guerra. Preguntando en el fin
De la justicia:
¿En qué medida es lícito luchar?, ello puede definirse por medio
de las evidentes reglas de la justicia, es decir, de la sabiduría. Se-
ría impropio de la naturaleza humana si el asunto más importante
de todos consistiera en que fuera necesario deshacerse violenta-
mente del prójimo. Es mucho más creíble que el aumento de la
verdadera felicidad consista en el aumento del número de amigos.
(Leibniz, 2011: 100)
Asunto que ya estaba implícito en la búsqueda de la Característica
Universal como método de comunicación y argumentación univer-
sal frente a las limitaciones de las lenguas humanas:
[…] cuando alguien argumenta, el otro no examina el argumento
sino que repite aquella pregunta general: ¿cómo sabes que tu ra-
zón es mejor que la mía?, ¿qué criterio de verdad empleas? Y si el
primero recurre a sus argumentos, en ese caso los oyentes no tie-
nen paciencia para examinarlos. […] luego de mucha agitación,
predomina en general los sentimientos más que las razones y
terminamos una discusión cortando más que desatando el nudo
gordiano. Esto ocurre preferentemente en deliberaciones que se
refieren a la vida en que hay que tomar partido por algo. (Leibniz,
2011f:52)
Y donde el elemento teleológico de la felicidad se encuentra implí-
cito bajo la forma de la verdadera razón:
[…] quien está convencido en cierta forma acerca de la verdad de
la religión y de lo que de ahí se sigue experimenta hacia los demás
un sentimiento de caridad tan grande que desea la conversión de
la humanidad […] una vez que esta lengua pueda ser introducida
por los misioneros, la verdadera religión que es máximamente
conforme con la razón se consolidará y no habrá que temer en lo
sucesivo la apostasía, igual que nos se teme que los hombres re-
chacen la aritmética y la geometría una vez que las aprendieron.
(Leibniz, 2011f: 54)
[…] cuando esta lengua sea aceptada, valdrá más que mil misione-
ros. (Leibniz 2011e: 36-37)