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Revista LifePlay Nº 5 – Mayo 2016 – ISSN: 2340-5570
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en el cálculo ordinario […] aquí todo se halla y se prueba desde el
origen, como se ve en los ejemplos precedentes bajo los signos + y
– (Leibniz, 2011t: 417-418)
[…] el cálculo por dos, es decir, por 0 y 1, como compensación por
su longitud, es el más fundamental para la ciencia y proporciona
nuevos descubrimientos que en seguida se revelan útiles, incluso
para las prácticas de los números, y sobre todo para la geometría.
La razón de ello es que estando reducidos los números a los prin-
cipios más simples, como 0 y 1, comparece por todas partes un
orden maravilloso. Por ejemplo, en la propia tabla de los números
se ve reinar en cada columna períodos que recomienzan siempre.
Y se han puesto pequeños ceros en la tabla para llenar el hueco al
comienzo de la columna y para señalar mejor estos periodos […]
se ve además que los números cuadrados, cúbicos y de otras po-
tencias, además de los números triangulares, piramidales y otros
números figurados […] de suerte que podemos escribir sus tablas
en seguida, sin calcular. (Leibniz, 2011t: 419)
El cálculo binario sería así el más fundamental para la ciencia no
sólo por ser un sistema de oposición simple, de figuración perfecta
para la metafísica de los principios expuesto más arriba sino ade-
más porque cumple con la condición principal que Leibniz buscaba
para su característica universal, al ser nominativo y formular a la
vez
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. De hecho, como explica muy bien, el simple conteo binario
expone al modo de una matriz matemática lo que él llama periodos
y que serían las operaciones matemáticas mismas que no necesita-
rían de calcular ni de memorizar, sino sólo como exposición de sus
mismas cifras (lo que llamo aquí nominal). Pero donde el cálculo
claramente pose una progresión muy definida (restringida). Es
decir, en la tabla binaria los decimales siempre irían en un conteo
progresivo de una cantidad total de ceros (el mal de la nada) a una
cantidad total de unos (el bien de Dios):