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Revista LifePlay Nº 2 – Febrero 2014 – ISSN: 2340-5570
Extra Lives: Why Video Games Matter.
BISSELL, Tom (2010).
Nueva York, Pantheon Books.
[220 páginas].
JUAN J. VARGAS-IGLESIAS
Universidad de Sevilla.
No parece sorprender a nadie el silencio que suele imponerse a la
hora de ubicar el videojuego en una perspectiva crítica. El
fenómeno puede interpretarse, en gran medida, como índice del
lógico desarrollo de una cultura popular consolidada según los
principios industriales del capitalismo; aquella sobre la que
Theodor Adorno y Max Horkheimer vertieron acusaciones como la,
tan certera, de que el régimen industrial que la hacía posible se
afanaba en negar la condición artística de sus “productos”, porque
afirmarla sólo reducía su rentabilidad.
A contrarrestar esta inercia estructural contribuye Tom Bissell
con su libro
Extra Lives: Why Video Games Matter
, conjunto de
ensayos con vocación aproximativa al fenómeno del videojuego,
que se articula según dos premisas fundamentales: por un lado la
externalidad de la perspectiva, que el autor puntualiza desde el
comienzo al definirse como advenedizo del medio (conviene
matizar que su campo es el de la ficción literaria, disciplina que
imparte en la Portland State University); por otro lado, la diversa
lateralidad de su tratamiento del videojuego, que le permite
remitirse a cuestiones sobre la tradición estética y el análisis del
lugar del jugador, entre otras de indudable calado epistemológico.
En el acercamiento de
Extra Lives
al videojuego existe por tanto
un tono que sustituye la teleología del análisis por la eidética de la
crítica. En este sentido, el punto de partida del volumen es
inequívoco. En palabras del autor: “The reason game magazine
reviewers do not ask these questions is almost certainly because
game magazine owners would like to stay in business” (pág. xii).
Para Bissell el problema reside en el ámbito de la estructura social,
instancia a la que sin embargo no se atiene la crítica de calidad que
puede encontrarse en Internet, en la mayoría de los casos ejercida
sin contraprestación económica alguna. Que esta actitud
desinteresada tenga lugar en otros ámbitos críticos de las bellas