Revista LifePlay Nº 1 – Agosto 2013 – ISSN en trámite
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ordenadores Macintosh. No queremos restar importancia a la
innegable labor de investigación que subyace a esta exposición de
hechos, pero no es lo que se espera de un ensayo ubicado dentro de
un apartado titulado “mecánicas subjetivas experimentales”.
Cuesta entender por qué en ocasiones los autores del libro se
esfuerzan por observar la obra desde un enfoque original y
fructífero y en algunos momentos el nivel de exigencia baja hasta
conformarse con un simple repaso cronológico, por muy “de culto”
que sea una saga como
Panzer Dragoon
.
En el artículo dedicado a
Indiana Jones and the Last Crusade
,
García se refiere a él como “el primer videojuego que transporta
una película en su globalidad a un videojuego”. Según afirma
García “no tiene guión propio porque adopta de forma sublime el
de la película”. Tan sólo algunos detalles son omitidos en la
adaptación, pero el discurso queda traducido de forma
prácticamente íntegra, convirtiendo los obstáculos del protagonista
del filme en “retos mentales ocultos tras una buena historia que
discurre a base de puzles”.
Por su parte, del Olmo aprovecha
The Last Story
para meditar
sobre una serie de rasgos autorales en la obra de Hironobu
Sakaguchi, como la visión de un mundo donde el progreso, la
modernidad, la ciencia conviven con la naturaleza, la magia, la fe,
donde lo industrial y lo medieval se dan la mano. O la estructura
arquetípica del viaje del héroe, presente en casi todas las historias
de la saga
Final Fantasy
, o el PlayMap Concept, rasgo
característico de los juegos de rol japoneses que posibilita la
libertad de movimiento por un mapamundi fuera de los núcleos
urbanos, donde es posible ser asaltado por monstruos y encontrar
zonas secretas que conducen a jefes finales a veces más desafiantes
que los de la trama principal.
Además de detenerse en detalles narrativos o de jugabilidad, los
autores dedican tiempo a hablar de cómo los elementos técnicos y
artísticos del juego se dan la mano. En el artículo sobre
Ni no Kuni
,
Silvia Galiana posa la mirada del lector en el cuidado apartado
audiovisual de la obra conjunta entre Level5 y Studio Ghibli, un
JRPG cuyo principal atractivo reside en la maravillosa puesta en
escena, la estética
cel shading
, la banda sonora a cargo de Joe
Hisaishi (compositor habitual de las películas de Studio Ghibli) y el
esmerado diseño de personajes, realizado a base de “texturizar
figuras 3D mediante ilustraciones tradicionales 2D”. Asimismo, si
uno enfrenta los análisis de
The Last Story
y
Ni no Kuni
, es curioso
observar cómo, mientras que el primero está teñido de un cierto
sentimiento de decepción, el segundo es elogiado por la autora.