Revista LifePlay Nº 1 – Agosto 2013 – ISSN en trámite
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corrientes de la cultura popular. Mucho antes de la aparición del
juego, los “muertos vivientes” arrastraban su maltrecha estampa
por libros (
The Magic Island
, William Seabrook, 1929), películas
(
The Plague of the Zombies
, John Gilling, 1966), cómics (
Creepy,
19641983
) o, incluso, videoclips (
Thriller
, Jhon Landis, 1983). De
hecho, la primera manifestación plástica del mito del zombie se
remonta a casi 300 años antes del juego de Capcom. PaulAlexis
Blessebois se refirió a ella en su libro
Le Zombie du Grand Pérou
(1697), donde narraba sus periplos con lo sobrenatural en la islas
Guadalupe y Perú. No se pretende con estos argumentos que, desde
la perspectiva
referencial
, sea necesario practicar tales
“zambullidas” históricas, ni mucho menos aplicar el grueso de las
anotaciones encontradas al análisis del juego. Pero sí recalcar, que,
en un caso como éste (denso y rico en referencias), los
antecedentes y precursores directos de
Resident Evil
(Seabrook,
Romero, Gilling, Fulci, etc.) también recibieron otras influencias e
hicieron de ellas un discurso que, en último caso y según qué
aspecto a tratar en su análisis, pueden tenerse en cuenta. Tómese,
por ejemplo, el caso de una investigación aplicada a
Resident Evil
desde el aspecto de la literatura gótica y de terror: habría que hacer
un balance entre las citadas obras de Blessebois y Seabrook, pero
también con maestros de las historias góticas como Allan Poe o
Ambrose Pierce que tantearon el tema.
En principio, y en centrándonos en el primer juego aparecido de
Resident Evil
, el referente ineludible es el universo zombie creado
por George A. Romero en su primera etapa cinematográfica:
La
Noche de los Muertos Vivientes, El Amanecer de los Muertos
,
(1978, conocida en España como
Zombi
) o
El Día de los muertos
(1985). En ellas como también dejan entrever otros films
coetáneos como los de Lucio Fulci (
Zombie,
1979) el fenómeno
zombie adquiere el status de plaga imparable e incontrolable, cuyos
miembros solo piensan en alimentarse de la carne de los vivos. La
mayoría de las veces, el motivo de esta resurrección masiva suele
ser un agente radioactivo o químico (un virus), lo que deja a los “no
muertos” en un estado demacrado, sin mucha inteligencia o
reflejos; su peligro reside, entonces, en su número y su voracidad.
Las claves que establece Romero en sus películas son las
mismas que se inscriben como base textual/argumental en el juego
de Capcom. Un grupo de agentes de rescate, se refugia en una
tenebrosa mansión huyendo de las grotescas criaturas (más delante
se descubre que han sido afectadas por un virus) que les asedian. A
estas cualidades del texto original de Romero, se le suma una
última que el director también empleaba en sus films, el
homo
homini lupus
(el hombre es un lobo para el hombre) o los conflictos