Revista LifePlay Nº 2 – Febrero 2014 – ISSN: 23405570
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narrativas, lo que facilitará su estudio desde los puntos de vista
narratológico, mitográfico y enunciativo, relacionando estos
videojuegos con otras estructuras y figuras propias de la literatura,
el cine y el cómic.
3. El código de los videojuegos de progr esión
3.1. El encuentro entre el juego, la narración y la industria
Para comenzar, será esencial describir las consecuencias
estructurales y semánticas que tiene la aplicación de un modelo
narrativo sobre las estructuras y los conceptos de los juegos
emergentes en el contexto de la sociedad capitalista postindustrial.
El esquema de desarrollo de todo juego (emergente) tradicional es
lineal, es decir, existe un principio y una serie de finales distintos
de la partida, que están unidos con el primero por la realización de
una sucesión permitida de acciones simultáneas o consecutivas que
abocan a un final u otro. Sobre esa sencilla estructura lúdica será
sobre la que se adscriban los elementos narrativos a los juegos,
dando lugar a los videojuegos de progresión. En ellos –con la
excepción de los videojuegos de estrategia– lo más habitual será
que las acciones que encaminan hacia cualquier final de la partida
sean realizadas por un personaje –o grupo pequeño de ellos– que
controla el jugador: el actante del juego y de la historia generada.
Así, por lo general, el esquema narrativo de los videojuegos de
progresión es un esquema lineal con distintos finales, de los que
solo uno –o un abanico muy reducido de ellos– es considerado
como el final último de la historia: al que se accede mediante la
realización más o menos exacta de las acciones consideradas como
adecuadas o correctas por los diseñadores del mismo. Frente a este
final, se presentan el resto de finales posibles, relacionados con la
no consecución de los objetivos planteados por los desarrolladores:
las derrotas en el juego, generalmente representadas como el
fracaso o la muerte del actante. Es de notar a este respecto que la
relación de esta estructura con el fracaso y/o la muerte ofrecerá
una mayor vinculación emocional, porque convierte el seguir los
pasos prefijados por los desarrolladores en una especie de lucha
por la gloria y la vida virtuales. En los videojuegos de progresión, al
unirse elementos narrativos y la identificación con un personaje, se
produce una frecuente resemantización del binomio original
“victoria/derrota” en el contexto del mundo recreado, donde
deviene más bien “gloria/fracaso” y “vida/muerte”. Por otra parte,
la naturaleza del final al que se abocan los videojuegos
condicionará el desarrollo mismo de las acciones realizadas hasta